Comenzando con el estudio de las ilusiones visuales en Harvard bajo la tutela del Nobel David Hubel, la coruñesa Susana Martínez-Conde conoció al americano Stephen L. Macknik, y se estableció una conexión mágica entre ambos que les ha conducido a formar, con el tiempo, uno de esos tandems científicos capaces de revolucionar la ciencia. Son además de pareja científica, pareja afectiva, lo que constituye una singularidad que también pudimos observar en este blog hace unos años, entre dos neurocientíficos del University College de Londres. Susana y Stephen son los directores respectivos de los laboratorios de Neurociencia Visual y Neurofisiología del Comportamiento del Instituto Barrow, de Arizona. Los movimientos oculares que nos hacen ver y, dentro de ellos aquellos que son conscientes, y que por tanto forman parte de ese foco luminoso llamado “atención”, de aquellos que no lo son, condujo a intentar comprender las ilusiones visuales desde una nueva óptica: la del ilusionismo.