Decenas de inmigrantes ilegales procedentes de países africanos, fueron detenidos en Eilat y otras ciudades del sur israelí, durante un operativo llevado a cabo por la Unidad Oz.
La última operación de las fuerzas de la Autoridad de Población e Inmigración, que tuvo como objetivo de detener a los inmigrantes ilegales antes de su deportación, se hizo posible después de que el Tribunal Administrativo de Jerusalén aceptó la solicitud del Estado para suspender la "protección colectiva" concedida a los inmigrantes sudaneses en Israel, sancionando efectivamente la deportación de 1.500 inmigrantes.