Una publicación ha descubierto un nuevo dato sobre Arantxa Sánchez-Vicario que pone en duda la supuesta ruina en la que decía encontrarse por culpa de la mala gestión financiera de sus padres. Al parecer, la ex tenista no solo no está en números rojos, sino que su fortuna asciende a 30 millones de euros, según ha publicado Vanity Fair.