Los resultados iniciales de las elecciones parlamentarias de Irán sugieren que el partido del presidente Mahmoud Ahmadinejad ha sufrido un golpe devastador, mientras que la lista del líder supremo, el ayatola Alí Jamenei, podría ganar una posición más fuerte.
Lo más probable, es que este cambio fortalezca la posición de Jamenei en el interior de la República Islámica, aunque no se estima que tenga un efecto significativo sobre la disputa nuclear entre Irán y Occidente.

El ministro del Interior iraní, Mustafa Mohamed Najar, declaró que la participación del electorado fue del 64%, y agregó que «la gran nación iraní ha dado a sus enemigos una bofetada en la cara».

Por el contrario, activistas de la oposición publicaron videos que mostraron una escasa presencia en los colegios electorales de todo el país.

Sin embargo, los vídeos no se pudieron verificar debido a que las autoridades prohibieron el ingreso a observadores extranjeros para supervisar las elecciones, y restringieron el acceso a los periodistas extranjeros durante los comicios.