Según las declaraciones del vice primer ministro israelí, Moshé Yaalón, Israel no ha interferido, ni lo hará, en la crisis política de Siria, y añadió que no creía que el islam radical se haga cargo del país en caso de que el presidente sirio, Bashar al-Assad, sea derrocado.
Los comentarios de Yaalón fueron emitidos luego de que Rusia y China vetaran la resolución propuesta por Occidente y la Liga Árabe en el Consejo de Seguridad de la ONU, en la cual se le solicitaba la renuncia al presidente Assad.
El domingo, en sus declaraciones a la Radio del Ejército, Yaalón negó categóricamente las acusaciones que sostienen que Israel apoyaría al gobierno de Assad. Asimismo, refiriéndose a las posibles consecuencias de la expulsión de Assad, el vice primer ministro declaró que podrían presentarse situaciones positivas para Israel, como ser la fisura del «eje del mal» compuesto por Teherán, Damasco, Hezbolá y Hamás.
Finalmente, al ser interrogado sobre la posibilidad de lograr que Assad presente su renuncia, Yaalón aseguró que el mandatario sirio ha perdido completamente la legitimidad y su destitución es sólo una cuestión de tiempo.