El pasado viernes 3 de septiembre, un incendio provocó la detonación de granadas y otras municiones almacenadas en el interior de un edificio de tres pisos, situado al sur de Líbano, en una zona controlada por la milicia chií libanesa de Hezbolá, según ha explicado una fuente de seguridad del ejército israelí.
Al parecer no hay registro de victimas por la explosión.
Testigos afirmaron que militantes del Hizbullah acordonaron el área, alejando los periodistas y camarógrafos.
Por su parte las Fuerza Aérea israelí envió un avión no tripulado que filmó la eliminación de lo que parecía cohetes o misiles extraídos del edificio, el armamento fue cargado en un camión, que posteriormente se dirigió a otra vivienda donde fueron almacenadas las municiones.