RAFAEL TEJERA CARLOS DANIEL CARRASCO MARACAY-Todo atentaba contra de La Guaira ayer. Un abridor de emergencia, con dos días de descanso, no se veía como el mejor panorama para salir a la contienda, porque el bullpen no es su fortaleza; es la de su rival. Pero jugadas como la que completó ayer Miguel Rojas inspiran. Tanto, que Tiburones se envalentonó después de un inolvidable engarce de su campocorto para ganar su primer juego en finales en los últimos 26 años. Ciertamente la virtud de La Guaira es su capacidad de producción. Sin embargo, ayer tenían que mutar y convertirse en un equipo de pitcheo y defensa. Y lo hicieron, en el difícil parque de Maracay, el José Pérez Colmenares, donde ayer derrotaron a Tigres 4-2 en el segundo juego de la final. Matt Klinker, que sólo tenía dos días de descanso, le repitió la dosis de envíos quebrados que Les Waldrond utilizó ayer. Y completó cuatro entradas, que valieron oro para los visitantes. No tanto por la calidad, porque en todas embasó gente;