Saber que soldados estadounidenses han orinado sobre cadáveres de rebeldes afganos no ha sentado nada bien en Kandahar, una ciudad considerada feudo de los talibanes. La indignación es general. Para la mayoría se trata de una afrenta al Islam y al papel de la comunidad internacional. "Queremos que la Comisión de Derechos Humanos investigue lo ocurrido y detenga a sus responsables", decía... http://es.euronews.net/