Pyongyang, 28 dic (EFE).-



Multitudinario y dramático adiós en las calles de Pyongyang al que fuera líder de Corea del Norte durante 17 años y que el pasado día 17 moría de un ataque al corazón. El cuerpo sin vida de Kim Jong-il, el presidente dictador que pasará a la historia por hacer de su país una potencia nuclear estancada en una intensa crisis económica, quedará hoy depositado en su mausoleo después de una semana de luto en que el mundo entero ha podido ver a una población civil quebrada por el dolor y volcada en los actos de homenaje.



Bajo un intenso frío, hoy apenas se ha llegado a los cero grados, miles de personas han seguido el cortejo fúnebre, que ha recorrido lento las calles bajo la atenta mirada de Kim Jong-un, el hijo y sucesor del fallecido dictador.



Tres horas después de salir del Palacio Memorial de Kumsusan y recorrer los lugares más emblemáticos de la capital, el féretro regresaba a ese lugar, del que ya no saldrá. En un impresionante panteón de mármol, el cuerpo quedará expuesto embalsamado junto a su padre, el "gran líder" Kim Il-sung, que gobernó el país desde su fundación en 1948 hasta morir, también de un ataque al corazón, en 1994.



Los funerales de Estado durarán hoy y mañana. Hasta que finalicen las exequias no se esperan por tanto decisiones importantes en el país.



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