De acuerdo a las enseñanzas de Jesús y los reveladores, aquellos que deseen ser instructores de las enseñanzas del Libro deben lograr la calificación y habilitación espiritual e intelectual indispensables para formar en sí mismos el cimiento estructural para la diseminación de las enseñanzas y la formación gradual de grupos de estudio de la Revelación.