El ataque de pulso electromagnético es un método de ataque militar realizado con armas generadoras de importantes cantidades de energía electromagnética ambiental que destruyen total o parcialmente el equipamiento eléctrico y electrónico dentro de su radio de acción. El pulso electromagnético o EMP en sus siglas en inglés es un efecto secundario descubierto con las pruebas atómicas. Se vio que tras una explosión nuclear se dañaban e inutilizaban todos los aparatos electrónicos en un cierto radio de acción. La mayor radiación gamma, sobre todo, es altamente penetrante e interactúa con la materia irradiando e ionizándolo todo, incluido el propio aire circundante. La radiación gamma se consume enseguida y crea un campo electromagnético zonal de kilómetros de diámetro.