Los bípedos estamos mejor adaptados a la carrera de fondo que los cuadrúpedos (un hombre aguanta más que un caballo, aceptémoslo de una vez). Perdimos el pelo del cuerpo para que el sudor refrescara nuestro organismo adaptado a esfuerzos muy prolongados. Los animales con pelo no son tan buenos evacuando el calor y se colapsan. Todos los seres humanos somos así genéticamente, como los bosquimanos a los que hemos casi extinguido. Dejemos salir a nuestro bosquimano y a correr lento y largo, con persistencia y voluntad. El homo erectus partío de esta vantaja para hacerse un gran cazador de fondo.