En Saná, violentos combates volvieron a producirse entre las fuerzas leales al presidente Alí Abdalá Saleh y el más poderoso jefe tribal de Yemen, unido a la contestación. Y en Taez (suroeste), una de las primeras ciudades en levantarse contra el presidente Saleh, siete manifestantes murieron por balas de la policía que quería impedir la celebración de reuniones hostiles al régimen.