Los terrores nocturnos se presentan en el primer tercio de la fase REM. Suelen presentarse con más frecuencia en niños de 4 a 12 años y en adultos de 20 a 30 años de edad. Se caracteriza por gritos de terror, el afectado esta por lo general sentado en la cama y no responde a estímulos externos, mostrando una expresión facial de miedo y angustia, sudoración, su corazón presenta taquicardia, hay dilatación pupilar, etc. Es difícil despertar al afectado y cuando despierta casi nunca recuerda su sueño o solamente recuerda ciertas escenas y está confundido y desorientado.