"Mágica" es una de las palabras con que tanto los vecinos como los visitantes definen la ciudad de Barcelona. Lo que quizás muchos desconocen es el vínculo estrecho que desde hace muchos años ha mantenido realmente la ciudad con el mundo del ilusionismo. Movido por las mismas aficiones que el conocido limpiabotas del siglo XIX Fructuoso Canónigo, Pere Miró continúa potenciando el arte del engaño siempre en el buen sentido de la palabra, eso sí . Ahora, junto con cuatro magos más, este profesional del hechizo se enorgullece de dejar al público boquiabierto con sus actuaciones nocturnas en el Teatreneu. ¿Cuál será su truco?