Un nuevo estudio, publicado en "The Journal of Neuroscience", ofrece una explicación biológica de por qué la personalidad denominada “buscadora de sensaciones” tiene más difícil llevar a buen fin sus objetivos. La dopamina es un neurotransmisor cerebral que produce un determinado grupo de células. Éstas, a su vez, están dotadas con receptores, (autorreceptores), que ayudan a limitar la segregación de dopamina cuando estas células son estimuladas. “Hallamos que la densidad de estos autorreceptores de dopamina está inversamente relacionada con el interés y el deseo del individuo por las nuevas experiencias”, afirma David Zald. El equipo de Zald visualizó a través de PET los índices de receptores de dopamina de 34 individuos sanos a los que se evaluó su personalidad a través de cuestionarios. La investigación muestra que entre los buscadores de sensaciones el cerebro es menos capaz de regular la dopamina, lo que aumenta la respuesta placentera ante situaciones gratificantes y novedosas.