Mientras el hemisferio izquierdo se aboca mayoritariamente a tareas relacionadas con lo lógico, racional y verbal, en el derecho se desarrolla lo más holístico. Ambos hemisferios determinan en forma cruzada el funcionamiento de nuestro cuerpo, por lo que se dice que una persona diestra tiene como hemisferio dominante el izquierdo. Si bien los dos lados realizan un trabajo conjunto, comunicándose a través de las conexiones, la diferencia principal entre zurdos y diestros, a nivel cerebral, podría estar precisamente en cómo fluye la información y en la eficiencia con que recorre nuestro cerebro. En cuanto a la eficiencia del cerebro, Michael Corballis, doctor en Sicología de la Universidad de Auckland, Nueva Zelandia, dice que lo importante es que algún lado del cerebro domine: “Existen zurdos y ambidiestros que no son capaces de dividir bien las tareas en su cerebro, esto podría tener influencias negativas, como una mayor predisposición al tartamudeo, y menos fluidez al hablar o leer“.