Francisco Cerúndolo, que no había tenido fortuna en el sorteo y tenía que jugar con Jakob Mensik, una de las revelaciones del año, aprovechó la baja de último momento del tenista checo y superó con claridad a Dzumhur, que fue su reemplazante. En una hora y 17 minutos, el argentino se deshizo de su rival por un doble 6-3, con cinco quiebres de servicio. Sólo un para de desconcentraciones en cada set le impidieron a Cerúndolo ganar con mayor facilidad ante un adversario errático y sin respuestas.