Empiezan a despejarse las sombras en torno a las motivaciones de Tyler Robinson, el presunto asesino del activista trumpista Charlie Kirk. Las autoridades encargadas de la investigación del crimen que ha partido a Estados Unidos en dos y que ha resucitado los peores fantasmas de la violencia política comparecieron este martes para dar a conocer de qué acusan a Robinson. Son siete delitos, el más grave de los cuales es el de asesinato agravado, que acarrea la posibilidad de la pena de muerte, legal en el Estado de Utah.