La algarabía se apoderó de las cientas de personas con discapacidad, familiares y organizaciones que se congregaron este jueves frente al Congreso cuando se revirtió en el Senado el veto del presidente Javier Milei a la ley de Emergencia Nacional en el sector. Luego de meses de lucha y sufrimiento, el triunfo legislativo en la Cámara alta se vivió como un estallido de alegría que reveló la angustia a la que la motosierra libertaria sometió, en nombre del equilibrio fiscal, a las personas con discapacidad, a sus familias y quienes trabajan a su lado. "Hace mucho tiempo veníamos esperando este día", dijo a Página/12 Germán Vera, padre de Santino, un chico con autismo.