Francesca tiene ojos grandes, sonrisa contagiosa y una energía limpia y atrayente. Lleva 2 años y medio en Barcelona y siente que vivirá ahí por siempre. Aun así es contundente “No me siento inmigrante, aunque lo soy no me siento así y no quiero sentirme así; el mundo es de todos y también mío.”
Tiene claro quien es y de donde viene pero también tiene claro donde está y en que camino anda.
Ser inmigrante siempre será un proceso largo, con aristas varias, con idas y con venidas; pero nadie obliga a nadie a buscar nuevos rumbos por eso en el proceso se debe sentir, vivir y sobre todo aprender.
Segundo capitulo de la serie Habitantes de Babel, microrelatos de inmigración. En ella no se pretende contar ni triunfos magnificados ni perdidas exageradas sino simples historias de vida, fragmentos de existencia que nos permitan descubrir y describir procesos y conocer el qué, cómo, cuando y donde de toda esa vivencia migratoria.