El que fuera el máximo líder de la Iglesia Católica desde 2013, el Papa Francisco, ha fallecido a los 88 años de edad tras su prolongado ingreso por dificultades respiratorias en el Hospital Gemelli de Roma. Una figura que, no sólo por su extenso mandato al frente de la Santa Sede de más de una década, sino porque ha marcado un antes y un después en el liderazgo del Vaticano por su aire reformista y que llegó a plantar cara a los populismos.