El éxito de Súper Mario Bros: la película y de las tres películas de Sonic, así como también la buena cosecha en materia de audiencia y críticas de la serie The Last of Us, entre otros ejemplos recientes, validan una hipótesis que circula entre varios de los principales analistas de Hollywood a partir de que las salas recuperaron su dinámica habitual luego del parate pandémico. Según ellos, ante el inexorable agotamiento del cine de superhéroes, que no logra recuperarse del cierre de Avengers ni de los bamboleos empresariales de Warner/DC, el principal motor de la venta de entradas recaerá en las adaptaciones de videojuegos. Si el 91 por ciento de los hombres de la Generación Z, el 84 por ciento de los millennials juegan con regularidad y la industria gamer movió más de 300 mil millones de dólares en 2024, tiene lógica que los principales estudios busquen en esos universos virtuales una nueva materia prima para insuflarle vida a la taquilla. Habrá que ver qué ocurre a partir de hoy con Una película de Minecraft, flamante eslabón del universo bit en la pantalla grande.