Wanda Nara y Mauro Icardi se encuentran en el centro de una compleja disputa legal que ha escalado a nivel penal. A pesar de las órdenes judiciales, Wanda se niega a permitir que sus hijas vean a su padre, lo que ha llevado a nuevas denuncias por desobediencia civil. Ambos viajarán a Milán para enfrentar un juicio de divorcio el 11 de marzo. La situación se complica con acusaciones cruzadas y tensiones familiares, mientras la justicia italiana evalúa las acciones de ambos padres.