Los conflictos entre vecinos han aumentado su nivel de violencia, generando preocupación en las comunidades. La justicia puede ser lenta para actuar, pero las víctimas tienen acciones legales disponibles. El consorcio tiene la responsabilidad de tomar medidas de protección para los vecinos afectados, incluyendo la convocatoria a asambleas, contratación de mediadores y adopción de medidas legales. Un caso reciente involucra a una pareja que arrojó excrementos en la puerta de un vecino, generando indignación y llamados a una acción más rápida por parte del sistema judicial y los administradores del edificio.