El Papa Francisco inauguró este jueves una Puerta Santa en la prisión de Rebibbia, en Roma, como parte del Jubileo que se celebra cada 25 años. Este gesto busca transmitir esperanza a quienes se encuentran privados de libertad.
Esta Puerta Santa se suma a las cuatro tradicionales de las basílicas romanas: San Pedro, San Juan de Letrán, San Pablo Extramuros y Santa María la Mayor. Durante el Año Santo, los peregrinos pueden cruzarlas para recibir la indulgencia y el perdón de los pecados.