Más de 228.000 muertos, 14 países afectados y olas que alcanzaron los 30 metros de altura son algunas de las sobrecogedoras cifras que dejó atrás el terremoto de magnitud 9,1, el tercer sismo más potente jamás registrado, que desató el tsunami del Índico en 2004 y que dejó imágenes desoladoras.