Mbappé, Valverde y Rodrygo anotaron tres golazos para abrir el partido. Isaac descontó y dejó al Sevilla con vida antes del descanso. Brahim hizo el 4-1 en el 52'.
El aire invernal le ha sentado de maravilla a un Real Madrid que había iniciado constipado la temporada. Las lesiones, los problemas, la irregularidad parecen quedarse atrás. Las soluciones han llegado de forma inesperada y los dirigidos por Carlo Ancelotti llegan a las fiestas con la motivación por las nubes y recuperando su memoria táctica, su buen juego y, además, disfrutando de una versión diferente de Mbappé.
El primer tiempo fue casi perfecto. El Real Madrid se mostró imperial y regresó de la Intercontinental con la motivación por las nubes. Los merengues iniciaron el partido de domingo contra el Sevilla de forma ideal: remate desde la frontal de Mbappé en el 9' que tomó a Álvaro Fernández un poco salido del arco. El balón se coló en la portería hispalense para abrir el marcador. Diez minutos más tarde, Fede Valverde, otro especialista en remates desde fuera del área, aprovechó un balón muerto tras un corner para lanzar uno de sus disparos habituales y vencer a Álvaro Fernández.
Rodrygo, en el 33' de partido, se sumó a la fiesta de los goles y puso el 3-0 tras una buena jugada colectiva. Isaac Romero, sin embargo, dejó al Sevilla con vida y descontó en el 34'.