Sergio Peris-Mencheta está viviendo un doble aterrizaje. Acaba de llegar a Madrid después de un año y medio sin pisar España, lo que ha traído consigo reencuentros y abrazos con familia, amigos y compañeros de profesión. Pero también está recién aterrizado en la que considera la "otra mitad de su vida", que dio comienzo en el momento en el que recibió un trasplante de médula para tratar su leucemia. Seis meses después la enfermedad ha desaparecido pero su cuerpo sigue luchando contra unas células que considera extrañas.