En el corazón de Rosario, una conmovedora y trágica escena se desarrolló cuando una mujer, identificada como Catalina, fue confrontada por vecinos después de que su perro, Coco, fuera encontrado sin vida dentro de su vehículo. El incidente ocurrió en un día caluroso con temperaturas que alcanzaron los 32 grados. Según los testigos, el perro estuvo encerrado en el auto durante siete horas mientras su dueña estaba en el trabajo. Los vecinos alertaron a la policía al descubrir al animal en el asiento del acompañante; sin embargo, las autoridades decidieron no romper el auto ya que era evidente que Coco había fallecido. Al regresar al lugar, Catalina rompió en llanto y explicó entre sollozos que había olvidado a Coco debido a problemas psicológicos relacionados con su trabajo. A pesar de la indignación de los vecinos y la cobertura mediática del evento, Catalina fue liberada después de dar su testimonio a la policía. Su abogado describió el hecho como culposo y subrayó que nadie desea olvidar a su mascota. Este triste episodio ha generado un debate sobre las implicaciones éticas y morales del cuidado animal y la salud mental humana.