Tras un impecable aterrizaje en Italia, la reina deslumbró con un traje de chaqueta rosa pastel de Carolina Herrera durante la recepción matutina.
Para la cena de gala en honor a los monarcas españoles en el majestuoso Palacio de Quirinal, la reina optó por el clásico y elegante color negro. En esta ocasión, eligió un vestido de la reconocida marca italiana Max Mara, que presentaba un cuerpo de georgette de seda pura, dejando los brazos al descubierto, y una sofisticada falda recta de satén. Este look resalta la elegancia atemporal y el estilo refinado que caracteriza a la realeza.