Augusto Pinochet muere en Santiago a los 91 años. El exdictador chileno llevaba una semana internado y sucumbió a un fallo cardíaco. Su muerte dejó en la nada los procesos judiciales en su contra por los crímenes de su régimen, así como la causa por enriquecimiento ilícito, que sí ha continuado en relación a su familia. La presidenta Michelle Bachelet le negó un funeral de Estado y fue despedido como exjefe del Ejército, tras lo cual fue cremado.