El presidente de Corea del Sur, Yoon Suk Yeon, ha ofrecido su primer discurso público tras haber declarado la ley marcial. Su comparecencia se ha producido horas antes de la crucial votación en el Parlamento sobre la moción de censura impulsada por la oposición para destituirlo.

En su intervención, Yoon ha pedido disculpas por el controvertido decreto, el cual fue revocado tras una decisión unánime de la oposición. Este grupo acusó al mandatario de intentar socavar la democracia del país con una medida extrema. Además, Yoon se ha comprometido a no volver a recurrir a un estado de emergencia, en medio de rumores que señalaban que podría hacerlo para evitar su destitución.

"La ley marcial fue una decisión tomada desde la desesperación como presidente. Pido disculpas sinceras al pueblo por la ansiedad y los inconvenientes causados", ha declarado. También ha asegurado que asumirá toda la responsabilidad política y legal derivada de la medida. "Corresponde a mi partido diseñar un plan para abordar la situación política actual, incluido mi mandato", ha añadido.

Con esta situación, Yoon se convierte en el tercer mandatario del país en enfrentar un proceso de destitución en la Asamblea Nacional. Este caso guarda un giro irónico: el presidente lideró en el pasado investigaciones de corrupción que terminaron con la destitución y posterior encarcelamiento de la ex presidenta Park Geun-hye, quien ahora comparte el mismo destino político que él intenta evitar.