En un mundo donde compartir imágenes es tan común, a veces surge la duda sobre las verdaderas intenciones detrás de una simple petición. ¿Hasta qué punto confiamos en los demás cuando se trata de proteger nuestra privacidad y la de nuestros seres queridos? Esta reflexión nos recuerda que no siempre es fácil discernir quién tiene buenos sentimientos y quién podría tener otras intenciones.