Un tiroteo en un bar de Praia do Pontal, en Paraty, una turística localidad en las afueras de Río de Janeiro, dejó al menos dos muertos y varios heridos. Entre las víctimas se encuentra el argentino Álvaro Puliafito, quien recibió un disparo en la pierna. Aunque su estado de salud es estable y está fuera de peligro, el episodio ha generado gran conmoción en la región.
El ataque ocurrió en medio de una noche concurrida en el bar, cuando un grupo armado irrumpió y comenzó a disparar indiscriminadamente contra los presentes. Según testigos, la balacera sembró el pánico entre los turistas y residentes, quienes buscaron refugio mientras las detonaciones continuaban.
Las primeras hipótesis de las autoridades locales apuntan a que el tiroteo estaría relacionado con una disputa territorial entre bandas narcotraficantes de la zona.
Aunque el objetivo inicial del ataque no ha sido confirmado oficialmente, los investigadores consideran que la violencia podría estar vinculada al control del narcotráfico en áreas turísticas estratégicas.
La tragedia ha reavivado los debates sobre la inseguridad en zonas de alto flujo turístico en Brasil, subrayando la necesidad de abordar de manera integral la violencia que afecta a residentes y visitantes por igual. Las autoridades locales trabajan en identificar a los responsables y reforzar las medidas de seguridad en la región.