En medio de una serie de incrementos, los argentinos enfrentan subidas en naftas, alquileres, servicios públicos y más. Mientras las tarifas de telefonía celular permanecen desreguladas, otros sectores como la VTV y colegios privados también ajustan sus precios. La presión económica crece sin un aumento salarial a la vista, afectando especialmente a la clase media.