En una mañana cargada de tensión en el Congreso, la sesión destinada a discutir el proyecto de Ficha Limpia se cayó por falta de quórum. A las 10:30 de la mañana, Martín Menem, presidente de la Cámara de Diputados, levantó la sesión al contar con solo 116 diputados presentes, faltando 13 para iniciar el debate sobre esta iniciativa que busca impedir que personas con doble condena judicial puedan presentarse en listas electorales.

El ambiente se tornó aún más tenso cuando Juan Manuel López, presidente del bloque de la Coalición Cívica, acusó a sectores del kirchnerismo y a diputados de La Libertad Avanza de haber pactado para que la sesión fracasara. Según López, este acuerdo político buscaba beneficiar al oficialismo y permitir que Cristina Fernández de Kirchner sea candidata en las próximas elecciones.

La ausencia fue notable entre los diputados de Unión por la Patria, quienes no asistieron en su totalidad. También faltaron representantes del PRO y otros bloques. Las acusaciones han generado un clima político candente, con críticas hacia lo que algunos consideran un intento del gobierno por manipular las candidaturas y mantener figuras controvertidas como opciones electorales.

El fracaso de esta sesión ha dejado un sabor amargo entre los legisladores y ha puesto nuevamente en el centro del debate público las estrategias políticas detrás del manejo legislativo.