Los investigadores también han encontrado que las capacidades cognitivas en un individuo pueden cambiar junto con las fluctuaciones hormonales. Esto ha sido documentado durante todo el ciclo menstrual para una mujer, e incluso diariamente y estacionalmente en los hombres conforme cambian los niveles de testosterona. Y las diferencias de género en el cerebro literalmente podrían estar conectadas desde el inicio en nuestros genes. Los estudios en embriones de ratones han mostrado que un subconjunto de 50 genes son diferenciablemente activos en los cerebros de los machos y hembras incluso antes de que se desarrollen los órganos sexuales. Los investigadores neurológicos sospechan que más de 70 genes contribuyen a la inteligencia humana aunque nadie sabe de cualquier diferencia de género en la actividad de estos genes.