Un delincuente recientemente liberado y su banda están aterrorizando a los residentes de Florencio Varela, en la zona sur. Los robos constantes y la falta de presencia policial han convertido las calles del barrio en una "jungla". Las denuncias parecen caer en saco roto, y los vecinos viven con miedo constante. La situación pone en cuestión la eficacia del sistema penitenciario y el papel de la justicia garantista.