Aunque muchos de los platos favoritos de Acción de Gracias contienen muchos ingredientes poco saludables, algunas guarniciones son realmente muy sanas.
Las coles de Bruselas están llenas de vitaminas A y C y también tienen propiedades antiinflamatorias y anticancerígenas. Prueba a asarlas con aceite de oliva y vinagre balsámico.
La calabaza está repleta de nutrientes esenciales como calcio, magnesio y zinc.
Las judías verdes del interior de una cazuela de judías verdes están llenas de importantes vitaminas y fibra. Sin embargo, pueden contener mucho sodio debido a la sopa de champiñones, la salsa de soja y las cebollas fritas.
El puré de patatas contiene mucho potasio y fibra; sólo hay que asegurarse de no utilizar demasiada mantequilla o queso fresco.
La salsa de arándanos puede ser una gran fuente de antioxidantes que ayudan a reducir el riesgo de enfermedades cardiacas.
Los dietistas recomiendan hacerla desde cero, ya que la salsa de arándanos enlatada suele contener mucho azúcar añadido.