Los reyes de España, acompañados por el presidente Pedro Sánchez, enfrentaron protestas durante su visita a Paiporta, una de las localidades más afectadas por la Dana. Vecinos indignados lanzaron barro y gritaron "asesinos" a los monarcas y al presidente, quien se retiró rápidamente. La crítica se centra en la tardía respuesta del gobierno ante la tragedia que dejó 215 muertos y 3.000 desaparecidos. La reina Letizia permaneció en el lugar, mostrando empatía con los afectados.