Cuando de verdad se sufre el apagón es de noche. Cuando las casas quedan totalmente a oscuras, las cocinas eléctricas no sirven para preparar la cena, los ventiladores inertes no espantan el calor caribeño y sólo las luces de un carro o un celular rompen el negro más rotundo.
Bien lo saben los cerca de 10 millones de cubanos que han pasado la noche a oscuras después de que una avería en una central clave en la mañana del viernes desatase un apagón completo del que el país está apenas empezando a recobrarse.