Las elecciones presidenciales estadounidenses de 2024 y la carrera entre Kamala Harris y Donald Trump está más reñida que nunca.
Desde que Biden se retirara en julio, Harris ha liderado las encuestas nacionales por un margen muy estrecho, y la diferencia se ha reducido en las últimas semanas.
Harris disfrutó de un repunte en las encuestas cuando lanzó su campaña, abriendo una ventaja de casi cuatro puntos a finales de agosto.
Sin embargo, desde principios de septiembre, la carrera se ha estabilizado, incluso después del esperado debate del 10 de septiembre, visto por casi 70 millones de personas.
Los sondeos nacionales muestran que Harris aventaja a Trump en unos 2-3 puntos porcentuales de media, según el análisis de encuestas de ‘538’.
Aunque los sondeos nacionales ofrecen una instantánea de la popularidad general, no garantizan la victoria, ya que Estados Unidos utiliza un sistema de colegio electoral.
Esto significa que la contienda se decidirá en los principales estados disputados, donde ambos candidatos están empatados.
En los siete estados decisivos -Arizona, Georgia, Michigan, Nevada, Carolina del Norte, Pensilvania y Wisconsin- las encuestas están muy ajustadas.
En Arizona, Georgia y Carolina del Norte, Trump mantiene una ligera ventaja, aunque ha variado en los últimos meses.
Por el contrario, Harris lleva una estrecha ventaja en Nevada, pero el margen sigue siendo estrecho.
Harris también lidera en Michigan, Pensilvania y Wisconsin desde agosto, aunque por pocos puntos.
Estos tres estados, antaño bastiones demócratas, fueron fundamentales en la victoria de Trump en 2016 antes de volver a decantarse por Biden en 2020.
Ganarlos de nuevo será crucial para Harris si espera asegurarse los 270 votos electorales necesarios para ganar la presidencia.
Las encuestas en los estados indecisos son escasas y los márgenes de error podrían inclinar la balanza en cualquier dirección. Nada es seguro a estas alturas.
Los encuestadores se han mostrado cautos tras subestimar el apoyo a Trump en 2016 y 2020, lo que hace que estas elecciones sean aún más difíciles de predecir.
A pocas semanas de las elecciones, la carrera sigue siendo muy competitiva, y cualquiera de los candidatos podría salir victorioso dependiendo de la participación de los votantes.