Los exploradores del siglo XXI se han embarcado en una época de descubrimiento que eclipsa cualquier cosa que soñara Colón. Los avances en la tecnología de la propulsión, el motor de curvatura y la energía solar nos han permitido hacer realidad lo que solamente los escritores de la ciencia ficción soñaron, lo que nos posiciona de manera privilegiada para poder pasar al próximo nivel en la exploración espacial.