Huracán monstruoso en EEUU y galerna, pero de mentiras, en España.

El desastre de Florida se llama ‘Milton’ y el nuestro, con sede en La Moncloa, Pilar Alegría alias ‘Bulerías’.

El mote de la portavoz del Gobierno Sánchez es obra de Carlos Herrera y no tiene nada que ver con la música o el baile, sino con el bulo, con la falsedad y las ‘fake news’.

Ayer, fiel a la línea que impone su presumido jefe desde que plagió la tesis doctoral hace una década, mintió en todo.

Tergiversó el dictamen de la Audiencia de Madrid sobre el ‘Begoñagate’, pronosticando que el caso será archivado, sobreseído o guardado en un cajón, cuando en realidad reafirma al juez Peinado, bendice su investigación y abre un calvario judicial para la ‘gran comisionista’, para la ‘catedrática’ sin licenciatura universitaria.

Y falseó, distorsionó y desfiguró hasta el esperpento la maniobra del PSOE y sus compinches, para sacar ya a la calle a los escasos terroristas de ETA, que todavía quedan en prisión.

La reforma legal, que se tragaron con patatas los diputados de PP y VOX por vagancia o miopía, ni es una ‘mera transposición’ de la normativa europea, ni llega avalada por el Consejo de Estado, ni es lo mismo que aprobó el Ejecutivo Rajoy en 2014.

En las elecciones de 2023, tras enarbolar un patriota una pancarta en un mitin del PSOE, se hizo viral el eslogan ‘Sánchez, que te vote Txapote’.

El asesino de Miguel Angel Blanco, como casi 8 millones de cenutrios, votó a Sánchez en aquellas generales y el marido de Begoña le recompensa ahora, poniéndolo en libertad cuando al menos le faltan 8 años de condena. Y lo hace metiendo en el paquete de excarcelados o otros 40 matarifes.

No es Sánchez el único villano de este infame vodevil.

Con él, como estamos viendo, chapotean sin excepciones los dirigentes socialistas, el PSOE en su conjunto y por supuesto, sus bien pagados ministros.

Este martes le tocó a Marlaska, quien tuvo la caradura de presentarse en la Conferencia Internacional de Naciones Unidas sobre Víctimas del Terrorismo, celebrada en Vitoria, y balbucir un sermón, para salir en los telediarios de la ‘Brunete Pedrete’.

Por suerte para España y como no podía ser de otra manera, se le fue encima Maite Araluce, presidenta de la AVT y le soltó a la cara, como un bofetón, lo que todos pensamos: ‘¡No teneis vergüenza!’.

La faltó añadir: ‘¡Canallas!’.