A menudo se afirma en Internet que una tabla de cortar normal contiene 200 veces más bacterias fecales que el asiento de un váter.
Esta aterradora estadística ha sido citada con frecuencia por el profesor de virología Dr. Charles Gerba, aunque Gerba no tiene ninguna investigación publicada que lo demuestre.
Otra fuente es una infografía del Global Hygiene Council, a la que se hace referencia en un artículo del ‘Huffington Post’ de 2014 sobre higiene en la cocina.
Sin embargo, la infografía incluye fuentes que son ilegibles, y el hipervínculo incluido ya no es válido, por lo que la fuente de la estadística es ilocalizable.
Las tablas de cortar acumulan bacterias de la carne y las verduras crudas, por lo que es esencial limpiarlas a fondo después de cada uso.
El uso frecuente de una tabla de cortar puede dar lugar a ranuras y cortes, que pueden atrapar bacterias y dificultar la limpieza a fondo.
Las tablas desgastadas deben sustituirse para evitar la acumulación de bacterias, y se recomienda tener una tabla separada para la carne cruda.
Las investigaciones han llegado a la conclusión de que no hay diferencias higiénicas significativas entre las tablas de madera y las de plástico después de limpiarlas.
Algunos cocineros prefieren evitar las tablas de cortar de plástico, ya que creen que "evitar los microplásticos es clave para una salud hormonal óptima".