En Rusia, más de 1.700 han dejado de operar debido a las sanciones impuestas por EE.UU. y la UE. Sin embargo, más de 2.000 empresa aún continúan laborando y manifiestan aumento en sus ingresos, las cuales declaran hacer negocios con bienes que no están relacionados con el conflicto bélico. El Gobierno ruso toma medidas para reducir las posibilidades de salida de estas empresas y para el desarrollo económico de la nación. teleSUR