Francia tiene nuevo primer ministro, tras una semana de intensas consultas con los partidos políticos y dos meses después de las elecciones legislativas del pasado julio, convocadas de manera anticipada por Emmanuel Macron y que dejaron la Asamblea dividida en tres bloques. El presidente francés ha nombrado en el cargo a Michel Barnier, ex comisario europeo, con amplia trayectoria y figura reconocida de la derecha francesa. La elección arroja una situación bizarra, pues fue la izquierda la que obtuvo mayoría en los comicios.
Macron lleva toda la semana tratando de escoger un candidato, ya no que reúna grandes apoyos, sino que al menos no sea censurado por la Asamblea nada más nombrarlo.