#DesdeDondeSea #PérezPirela #Ciencia #Filosofía #Bacon #Mito #Platón #Aristóteles
Se ha dicho que la filosofía es la madre de todas las ciencias, pero parece más acertado decir que la filosofía y la ciencia son dos hermanas con una relación difícil. Tienen el mismo origen, que se remonta a la Antigüedad, han hecho el recorrido –a veces juntas, otras veces en conflicto- a lo largo de la historia de los últimos 2500 años y aún hoy siguen necesitándose una a la otra porque son complementarias.
En sus Viernes de Filosofía, el programa Desde Donde Sea estuvo dedicado a revisar el tema de la relación entre filosofía y ciencia. El conductor del espacio, el doctor en Filosofía Política y comunicador Miguel Ángel Pérez Pirela concluyó que aún en nuestros tiempos la filosofía tiene mucho que decirle a la ciencia, en particular, planteando las preguntas que la ciencia deberá seguir respondiendo.
“Una primera diferencia radica precisamente en el tipo de preguntas y respuestas. La filosofía hace preguntas abiertas y espera respuestas abiertas y la ciencia hace preguntas cerradas y espera respuestas cerradas”, señaló, como abreboca de la deliberación que le propuso al público del programa.
“¿La filosofía es realmente la madre de todas las ciencias o la ciencia quiere escaparse porque la ve como subjetiva? ¿Cómo se pasa del subjetivo mito a la objetiva ciencia?”, interrogó, para comenzar a desarrollar la tesis de que los conceptos y los nexos entre ambas ramas del saber humano han variado considerablemente a lo largo de esta prolongada convivencia.
“Ustedes verán que durante muchos siglos ni siquiera se hablaba de ciencia o de científicos. Isaac Newton, en el siglo XVII, no se veía a sí mismo como un científico, sino como un filósofo de la naturaleza. Es en tiempos más recientes, en los siglos XIX y XX, con el nacimiento de las disciplinas científicas, cuando se deja de lado la idea de la filosofía como saber holístico”.
Comentó que en los siglos XX y XXI ha existido la tendencia a hablar de algunas de esas disciplinas como las verdaderas ciencias, a las que se llama duras o exactas. En la jerga de la educación Media venezolana, por ejemplo, se les dice “las tres Marías” a las asignaturas Matemática, Física y Química, y se da por entendido que son las más difíciles porque son ciencias puras. Pero esa división no tiene nada que ver con las clasificaciones que han hecho los pensadores a lo largo de la historia.
Una larga controversia
“Para Aristóteles, la ciencia es una rama de la filosofía, aunque no hablaba de ciencia porque esa es una palabra latina, que quiere decir conocimiento. En ese tiempo, en Grecia, se hablaba de episteme. A partir del siglo XVI, en el Renacimiento, las ciencias naturales se independizan de la filosofía. En el siglo XIX se independizan las ciencias humanas. Allí surge la sociología. En el siglo XX se dividen en varias ramas y surge, por ejemplo, la politología”, explicó.
“Al inicio, en las diversas culturas, toda explicación de los fenómenos partía de un mito. No eran explicaciones racionales, no se basaban en la episteme. Los mitos eran explicaciones simbólicas. Surgieron diferentes mitos en cada cultura, no había explicación universal. Los griegos, con la episteme (el conocimiento) y el logos (la teoría) procuraron dar explicaciones racionales tan lejos como el siglo VII antes de Cristo. Tales de Mileto, quien hizo descubrimientos matemáticos y astronómicos, buscaba responder a través de la observación y el razonamiento el origen del mundo. Pensaba que el agua siempre estaba en movimiento, que por eso el agua había dado origen al mundo y que las almas estaban constituidas por agua”.
A lo largo de la Antigüedad, surge una especie de movimiento filosófico: en Grecia con Sócrates; en Alejandría, con Hipatia; en el mundo árabe, con Averroes; en lo que luego sería Inglaterra, con Guillermo de Ockham; en Asia, con Confucio; y en América, con Nezahualcóyotl. En paralelo, se comenzó a analizar el movimiento de los astros, de donde nace la astrología; el movimiento de la naturaleza, de donde nace la biología; los números, de donde nace la matemática.
“Aristóteles se adelantó a la ley de gravedad. Decía que las piedras caen porque las atrae la tierra porque son de naturaleza semejante y consideraba lógico que las piedras más pesadas caigan más rápido. La filosofía no quería solo dar explicaciones a todos esos fenómenos, sino también al alma. De allí que Aristóteles hable de Metafísica, más allá de l