Putin fue nombrado primer ministro de Rusia por Boris Yeltsin el 9 de agosto de 1999. Desde entonces, ha pasado de ser amigo a enemigo; de demócrata a líder autoritario. Al principio, Putin no descartó unirse la OTAN, a la Unión Europea y hasta hubo una oficina de la OTAN en Moscú. Pero, al mismo tiempo, comenzó a centralizar el poder, reduciendo la influencia de los oligarcas y eliminando la autonomía regional mediante la creación de “representantes presidenciales en las regiones”. 25 años después de su llegada al poder, Putin se ha convertido en la principal amenaza para Europa y, forzando así la ampliación y el rearme de OTAN. La defensa contra la agresión rusa es ahora la principal misión de la Alianza.
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